
ES TIEMPO RD- Santo Domingo., A diario, desde cada rincón del país, emergen los testimonios que hablan de esperanza, de alivio, y sobre todo, de gratitud.
Son voces de dominicanos que han sentido de cerca el impacto de las acciones sociales lideradas por Tony Peña Guaba, coordinador del Gabinete de Política Social.
Sus relatos coinciden en algo esencial: en cada ayuda recibida no hubo preguntas por colores políticos, simpatías partidarias ni preferencias electorales. Solo hubo presencia, acción y humanidad.
Tony Peña Guaba ha logrado consolidar una gestión social profundamente comprometida, alejada de los viejos vicios clientelistas que tanto daño han hecho. Bajo su liderazgo, el Gabinete de Política Social se ha convertido en un instrumento de dignidad para miles de familias.
Su equipo, conformado por hombres y mujeres que comparten la misma pasión por servir, trabaja sin descanso, llevando soluciones reales a comunidades que durante años han estado olvidadas.
Es común verlos recorrer varias localidades en un solo día, multiplicando esfuerzos, con la convicción de que cada ayuda entregada puede cambiar una vida.
El presidente Luis Abinader no se equivocó al confiarle esta responsabilidad. La elección de Tony Peña Guaba responde no solo a su capacidad técnica y su sensibilidad social, sino también a una herencia ética imborrable.
Como hijo del inolvidable líder José Francisco Peña Gómez, lleva en la sangre el ideal del servicio desinteresado y el amor por los más humildes.
No es casualidad que el propio presidente acompañe con frecuencia las jornadas del gabinete, reconociendo así su impacto y su relevancia en la gestión gubernamental.
En tiempos en los que la política muchas veces se divorcia de la gente, la labor de Tony Peña Guaba nos recuerda que aún hay funcionarios que entienden el verdadero sentido del poder: servir, sin pedir nada a cambio